domingo, 4 de octubre de 2009

Introducción.

Una vez has abierto los ojos te das cuenta de que estas atrapado. Las ventanas están abiertas, puedes salir y entrar con total libertad. Podrías tomar un tren o un avión e ir a cualquier parte, pero no lo haces. Tu cárcel es tu vida. Amistades, familia, aficiones... Todo te hace permanecer inmutable, pasivo. Conviertes lo material en tu única fuente de energía, un ordenador, un reproductor con más capacidad, un coche. Pero no aprecias que esa alegría es banal. Siempre hay algo más moderno, más grande, más potente.
Abres los ojos y te das cuenta de que quieres huir, pero no lo haces, no puedes.

2 comentarios:

marthius dijo...

no dejes nunca que tu propia felicidad sea delegada hacia otra cosa que no seas tu mismo, busca lo que realmente te haga sentir bien y simplemente hazlo.

recuerda la vida no es aburrida, y si de asi serlo, el único responsable es única y exclusivamente uno mismo.

un caluroso abrazo from Cardiff

Anónimo dijo...

sin un objetivo que no fuera para mi indeciblemente importante, no hubiera podido mantenerme arriba en la luz y sobre las aguas oscuras. Todo lo material es fugaz, salta por esa ventana y alcanza tus sueños, y si no tienes busca más, o a tus amigos!!!