martes, 23 de marzo de 2010

Todos los días.

Te levantas todos los días de la cama,
no quieres hacerlo, pero lo haces.
Limpias tus dientes y lavas tu cara,
pero no sale la suciedad del alma.
Abandonas tu casa, te diriges allí,
a donde todos los días.
Quizá el sol no salió todavía.

Despiertas como ya hiciste ayer,
no tienes fuerzas para salir de la cama
pero limpias tu cara, frotas fuerte,
y el alma sigue igual de sucia.
Cruzas el umbral, y te encaminas allí,
a donde todos los días.
Quizá hoy no salga el sol.

Abres los ojos, piensas, no deberías.
Quieres hacerlo, pero no lo haces.
Aseas tu cara, cepillas tus dientes;
ensuciando un poco más tu alma.
Sales por la puerta, miras,
allí está el sol
donde todos los días.

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