Intente olvidarte como cada día.
Pero como cada noche,
mi almohada te recuerda.
Ella bien te conoce.
Ya no se si es sueño o pesadilla.
No se si es mal o fortuna.
Encontrarte en la otra orilla
mientras me mece la luna.
Más quiero olvidarte,
más veces te encuentro.
Mas mi corazón te bendice,
más me lamento
Quizás el insomnio
seria dulzura,
si me liberase
de esta locura.
Sentiré como la daga fría,
la daga de la misantropía,
me apuñala bajo las estrellas.
Mientras mi alegría hace pellas.
Así, como cada día,
el ocaso precede
esta triste melodía.
1 comentario:
si señor juanlu ya era hora, pues nada bienvenido a esta nueva experiencia en el PUNTO.COM
un saludo
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